Este post
se titula ¡Ahu me estoy volviendo Jotita! Favor de leerlo con entonación
jotita.
Hoy paré de
trabajar a las 5:30 P.M. porque tenia que hacer un depósito, la cuenta estaba
casi en 0. En el camino me dieron ganas de explotar mis habilidades culinarias,
las de cocina, claro.
Fast food,
estoy hasta la madre, así que, me dirigí al súper y a comprar para la cena de
hoy, evitando en lo posible lo procesado, nada de lata de elote, al natural
como debe de ser. Tortillas de paquete ¡No Way! Después de comprar algunas
cosas le pedí ayuda al pinche de cocina Julian, bueno yo le digo pinche dentro
y fuera de la cocina.
A este Tex
Mex no le gusta la comida muy picosa, pero ya le expliqué que el Mexicano
conquista con el Chile, el guey no entendió.
Preparé pollo
con crema y chipotle con arroz y elote, y claro con tortillas de maíz. Acá no
puedo conseguir chipotle al natural, así que use en lata. Ese chile me gusta al
natural, ¡oops! que resbalón.
Lo que mas
se me dificulto fueron las tortillas, que ironías de la vida, ¿verdad? Ya ni me
acordaba de la palabra testal.
Así que me dispuse a hacer las tortillas y la primera que aviento al comal cayó toda arrugada y salio
como una “fortune cookie” como los que te dan en la comida china.
El proceso
de hacer la cena fue todo un ritual, y terminas bombo. A pesar de todo me cae
que si tuviera vieja, así se le dice en México de cariño a la esposa, le haría
de cenar de vez en cuando. Seguro que lo haría con gusto, el pex es que las
viejas aman a los cabrones, pero se aprovechan de los pendejos. Ni modo por eso
dicen que a ellas hay que amarlas, no entenderlas. Y si tienes los suficientes
huevos, como dijo Juana de Asbaje, “Queredlas cual las hacéis, o hacedlas cual
las queréis”
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